Sospechosos

Instalación

Sospechosos

En palabras del artista, coincidiendo con el derribo de las torres gemelas de Nueva York en 2001 y aplicando con posterioridad la teoría de la "conspiranoia", el ser humano del siglo XXI se ha convertido en sospechoso para todas las estructuras institucionales, los bancos, las tiendas, los medios de transporte, etcétera; teniendo que soportar cada día el ser cacheados e intimidados por máquinas detectoras de objetos, escáneres. Cualquier persona puede llevar objetos personales que tengan que ver con su intimidad (religiosa, sexual, propia) poniéndola en evidencia, y haciéndola pública ante todas las personas que estén presentes; además de la incomodidad que produce este tipo de violencia intimidatoria. El problema no recae en la suposicón de que todos seamos y nos hayan vuelto sospechosos para el sistema acutal, sino en que debido al exceso de control, muchas personas acaben siendo sospechosas de sí mismas.

El visitante al pasear por la exposición pasará por puertas detectoras de presencia, las puertas alertarán a las personas que la crucen con una sirena de ruido y una voz de advertencia que dice "sabemos quién eres, le tenemos controlado", frase que al traspasar el umbral será escuchada en varios idiomas.

La instalación Sospechosos crea un estado de alteridad: el espectador será quien interactúe en esta propuesta de arte público y quien finalice el discurso de la pieza; ya que sin él no tendría sentido.

XI Bienal de La Habana, Cuba.

Sala 1. Centro de Cultura Antiguo Instituto, Gijón.